INFORMACIÓN ESPIRITUALIDAD

INFORMACIÓN ESPIRITUALIDAD

¿Qué es el Departamento de espiritualidad?

El Departamento de espiritualidad quiere ser el corazón de la comunidad educativa del Colegio San Agustín de Calahorra integrado en la Provincia San Juan de Sahagún de España de la Orden de San Agustín.

Nuestro título hace referencia al “Espíritu de Cristo”, es decir, al modo de vida de Jesús de Nazaret que, lleno del Espíritu Santo de Dios, desgasta su vida en el amor al Padre y a los hermanos. 

¿Quiénes somos?

P. Pedro Luis Moráis, Raquel Rodanés (Coordinadores) – Milagrosa Cabeza – Mª. Dolores Gutiérrez – Rosario Lázaro – María Rosario Pérez- Leire Sánchez.

¿Cuál es lema del curso 2021-22?

“CUÍDALA” es el lema que guiará nuestros pasos durante este curso escolar.

¿Quién nos inspira?

El Espíritu de Dios…

…en Jesús de Nazaret que cuidan del rebaño de Dios:

“Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas” (Jn 10, 14-15).

“Viendo a la multitud, se conmovió por ellos, porque andaban maltrechos y postrados, como ovejas sin pastor.” (Mt 9,36).

“El Señor es mi pastor, nada me falta” (Sal 23,1).

“Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres” (Is 40,11).

…la Iglesia Cuerpo de Cristo:

“No podemos olvidar que «la misericordia no es sólo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia». No es una propuesta romántica o una respuesta débil ante el amor de Dios, que siempre quiere promover a las personas, ya que «la misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia». Es verdad que a veces «nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas».” (Exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco, El amor en la familia, n. 310).

…escuchado por San José:

San José acompaña a Jesús con corazón de padre, con una presencia diaria y discreta. Cuida donándose a sí mismo, ejercitando la paciencia y generando esperanza.

“Este Niño es el que dirá: «Les aseguro que siempre que ustedes lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron» (Mt 25,40). Así, cada persona necesitada, cada pobre, cada persona que sufre, cada moribundo, cada extranjero, cada prisionero, cada enfermo son “el Niño” que José sigue custodiando. Por eso se invoca a san José como protector de los indigentes, los necesitados, los exiliados, los afligidos, los pobres, los moribundos. Y es por lo mismo que la Iglesia no puede dejar de amar a los más pequeños, porque Jesús ha puesto en ellos su preferencia, se identifica personalmente con ellos. De José debemos aprender el mismo cuidado y responsabilidad: amar al Niño y a su madre; amar los sacramentos y la caridad; amar a la Iglesia y a los pobres. En cada una de estas realidades está siempre el Niño y su madre. (Carta apostólica Patris corde, 5).

…acogido por San Agustín

“Si queréis encontrarla, encontraréis indigencia en muchos siervos de Dios. Pero si no los encontráis, es porque os gusta excusaros con estas palabras: Lo ignorábamos” (Comentario al Salmo 103, 3,10). 

“La piadosa madre Iglesia recoge con mayor amor en su seno a los hijos perdidos y se alegra por ellos mucho más que por aquellos que nunca se habían alejado. ¿Acaso no toca a la diligencia pastoral el devolver al rebaño del Señor las ovejas encontradas, no sólo las que habían sido arrebatadas por la violencia, sino también las que fueron engañadas con suavidad y se apartaron del rebaño y dieron en manos de los extraños?” (Carta 185, 223).

“Mas, ¿qué quiero, qué anhelo qué deseo, por qué hablo, por qué me siento aquí, por qué vivo? Lo único que me mueve es que vivamos juntos en Cristo. Esto es todo mi anhelo, mi honor, mi gloria, mi gozo, mi logro. Aunque no me escuchéis, si yo no callo, salvaré mi alma. Pero no quiero salvarme sin vosotros.” (Sermón 17,2).

“Lo que puedo decirte con brevedad es esto: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y también: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Esta es la frase en la que el Señor, presente en la tierra, sintetizó su doctrina, al decir en el Evangelio: De estos dos preceptos penden la Ley y los Profetas. Progresa, pues, diariamente en este amor, orando y obrando el bien, para que, con la ayuda de Dios, que te lo impuso y donó, se nutra y crezca, hasta que, alcanzada la perfección, te haga perfecto a ti. Esta es, como dice el Apóstol, la caridad difundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha donado. Ella es de la que dice también: La caridad es la plenitud de la ley. Ella es por la que obra la fe, y por eso se dijo: Ni la circuncisión vale nada ni el prepucio, sino la fe, que obra por medio de la caridad.” (Carta 189, 2).

“Cuando estabas enfermo, tu prójimo te llevaba. Ahora que estás sano, lleva tú a tu prójimo. Llevad recíprocamente vuestras cargas y así colmaréis la Ley del Mesías. Así colmarás, oh hombre, lo que te faltaba. Coge, pues, tu camilla. Pero cuando la hayas cogido no te quedes parado, anda. Queriendo al prójimo y teniendo cuidado de tu prójimo, caminas. ¿A dónde caminas sino al Señor Dios, a ese a quien debemos querer con el corazón entero, con el alma entera, con la mente entera? Al Señor todavía no hemos llegado, pero tenemos con nosotros al prójimo. Carga, pues, a ese con quien andas, para que llegues a aquel con quien deseas quedarte. Coge, pues, tu camilla y anda.” (Comentario sobre el evangelio de San Juan 17,9) 

“Quienquiera que sea yo, el obrero que el Señor puso en su campo, a mí me corresponde deciros estas cosas: sembrar, plantar, regar, cavar alrededor de algunos árboles y echarles algún cesto de abono. Me toca a mí hacerlo con fe y a vosotros acogerlo con la misma fe; al Señor toca ayudarme a mí a trabajar, a vosotros a creer y a todos a esforzarnos, pero venciendo en él al mundo.” (Sermón 101, 4).

“¿Acaso el amor te permitirá hacer el mal a quien amas? Pero tal vez te limitas a no hacer el mal, sin hacer ningún bien. ¿Es que el amor te permite que no ayudes en lo que puedas a quien amas? ¿No es ése el amor que ora incluso por los enemigos? ¿Y va a abandonar al amigo el que desea el bien a su enemigo? Por tanto, si la fe está sin amor, estará sin obras. No discurras mucho sobre las obras de la fe: añádele la esperanza y el amor, y no andes pensando qué vas a hacer. El amor no puede estar ocioso. ¿Qué es lo que le impulsa a cualquiera a obrar incluso el mal, sino el amor? Muéstrame un amor ocioso e inoperante. Los crímenes, los adulterios, los delitos, los homicidios, todas las deshonestidades ¿no son obra del amor? Purifica, pues, tu amor; el agua que fluye hacia la cloaca, condúcela al jardín; el mismo impulso que se tenía hacia el mundo, que vaya orientado al artífice del mundo. ¿Acaso se os dice que no améis nada? De ninguna manera. Seréis perezosos, estaréis muertos, seréis detestables, desgraciados, si no amáis nada. Amad, sí, pero mirad bien lo que amáis.” (Comentario al salmo 31, 2, 5).

“En la Iglesia hay dos clases de misericordia: una es tal que no conlleva gasto de dinero ni tampoco fatiga; otra que requiere de nosotros o bien el servicio de la acción o bien gasto de dinero. La que no nos exige ni dinero ni fatiga radica en el alma, y consiste en perdonar a quien te ofendió. Para dar esta limosna tienes el tesoro en tu corazón: en él resuelves el asunto en presencia de Dios. No se te dice: «Saca tu cartera, abre la caja fuerte o el almacén»; ni tampoco: «Ven, camina, corre, apresúrate, intercede, habla, visita, esfuérzate». Sin moverte del sitio, arrojaste de tu corazón lo que tienes contra tu hermano: hiciste una obra de misericordia sin ningún gasto, sin ninguna fatiga, con la sola bondad, con el solo pensamiento misericordioso. Si dijéramos: «Entregad vuestros bienes a los pobres», se nos podría tachar de exigentes. Ciertamente somos blandos e indulgentes, al menos ahora cuando os decimos: «Dad sin perder nada; perdonad para que se os perdone». Pero digamos también esto: Dad, y se os dará. El Señor unió ambas cosas en un solo precepto, mencionando estos dos tipos de misericordia: Perdonad, y seréis perdonados.” (Sermón 259, 4).

“Esta es mi amonestación, esta mi exhortación; esto es lo que enseño a Vuestra Caridad en el nombre del Señor: que vuestra fe vaya acompañada del amor, pues podéis tener fe y carecer de amor. No os exhorto a que tengáis fe, sino a que tengáis amor.” (Sermón 90, 8).

“Paz, caridad, con fe. Digamos nosotros: Fe, caridad, paz. Cree, ama, reina. Pues si crees y no amas, aún no has distinguido tu fe de la de aquellos que temblando decían: Sabemos quién eres, el Hijo de Dios. Por lo tanto, ama, porque la caridad acompañada de la fe es la que te conduce a la paz. ¿A qué paz? A la paz verdadera, a la paz plena, a la inquebrantable y segura, donde no habrá calamidad ni enemigo alguno. Esa paz que es el término de todos los buenos deseos. Caridad con fe; y si quieres decir: «Fe con caridad», bien dicho está.” (Sermón 168, 2).

“Aceptad la hospitalidad; por ella alguien llegó a Dios. Recibes al huésped de quien también tú eres compañero de viaje, puesto que todos somos peregrinos.” (Sermón 111, 4) 

¿Qué queremos?

A partir del carisma agustiniano, queremos…

… vivir y anunciar la fe de la Iglesia en Jesucristo, felicidad del ser humano, acorde a los desafíos de nuestro tiempo.

… ejercitar y animar la liturgia y la oración del corazón, medios fundamentales para crecer en la comunicación y amor de Dios.

… acoger el Espíritu de Jesucristo y animar a otros a entregar la vida por amor a Dios Padre y los seres humanos especialmente a los más necesitados.

¿Por qué?

La acción pastoral de la Iglesia se fundamenta en el ejemplo de Jesucristo, buen Pastor que cuida de los suyos, los conoce por su nombre y se desvive por ellos. Su ejemplo nos estimula en nuestra acción apostólica al cuidado de la familia de Dios. La pandemia del Covid 19 ha sido y es un desafío que nos cuestiona a la Iglesia y a la familia agustiniana sobre el servicio que ofrecemos a la sociedad.

Encontramos a nuestro alrededor muchas personas heridas, desanimadas y sin esperanza. Toda esta realidad nos invita a cuidar, a plantearnos un apostolado cuidado, cuidadoso y cuidante que responda a las necesidades del mundo actual.

¿Qué haremos?

1 a. Cuidar de las familias próximas a nuestro colegio y entorno apostólico.

1 b. Fomentar el cuidado mutuo como virtud de vida en el seno de nuestras familias.

2 a. Cuidar a los destinatarios de nuestra misión educativa acompañándolos en el discernimiento de la voluntad de Dios.

2 b. Promover el cuidado de uno mismo en la dimensión corporal, mental y espiritual como medio de conocimiento y aceptación de la propia vocación.

3 a. Presentar el Evangelio como vacuna contra el egoísmo, forma efectiva de cuidar el amor.

3 b. Suscitar la esperanza en Jesucristo, para quienes no vislumbran luz en el horizonte de su vida.

4 a. Abrirnos a la novedad del Espíritu cuidando lo esencial de nuestra identidad.

4 b. Cuidar los nuevos brotes del Reino de Dios que surgen en nuestro tiempo.

4 c. Tender puentes para cuidar la mutua comunicación y crecer juntos.

¿Por qué lo haremos?

1. Porque el Papa Francisco ha convocado el “Año de la familia” con ocasión del V aniversario de su Exhortación Amoris Laetitia, donde presenta el papel central de la familia como Iglesia doméstica y la importancia de los lazos comunitarios entre las familias, que hacen de la Iglesia una «familia de familias» (AL 87).

2. Porque, como colegio agustiniano, sentimos la necesidad de promocionar las vocaciones en general y de la vida religiosa agustiniana en particular, pues creemos que Dios sigue llamando al ser humano para que colabore en su obra de salvación.

3. Porque nos cuestiona la situación de las personas que sufren las crisis sanitaria, económica y social.

4. Porque deseamos fortalecer la Provincia de San Juan de Sahagún, manifestación concreta del carisma agustiniano con el que servimos a la Iglesia.

¿Para qué lo haremos?

Para…

…animar a las personas que experimentan la soledad en la muerte de sus seres queridos y el sufrimiento de su enfermedad.

…ayudar a quienes no tienen esperanza a encontrar la vocación que dé sentido a su vida.

…servir al Reino de Dios cuidándonos mutuamente y especialmente a quienes sufren dificultades materiales y espirituales en nuestro entorno.

…reforzar los lazos de unidad entre las personas en este periodo de pandemia.

…construir juntos, según el carisma agustiniano, la nueva realidad que valore lo verdaderamente importante: solidaridad, justicia, convivencia, comunidad, soledad, libertad…

¿Dónde lo haremos?

1. En la comunidad educativa del Colegio San Agustín, alumnos, profesores, personal auxiliar, familias y religiosos agustinos.

2. En el ámbito de influencia del Colegio en la Ciudad de Calahorra.

¿Cómo lo haremos?

Nuestra identidad de colegio agustiniano nos invita a vivir el Evangelio según la experiencia espiritual de San Agustín…

…con diálogo: Al igual que Jesús anunciaba su Evangelio a partir del diálogo con sus interlocutores, Agustín llega al encuentro consigo mismo y con Dios en su corazón, a partir del dialogo amigo y fraterno.

…interiorizando desde la exterioridad: Jesús partía de las realidades exteriores y concretas de sus oyentes para invitarles al interior de su corazón. Agustín parte de las preguntas que suscitan sus vivencias exteriores para descubrir la realidad interior del corazón que juzga lo verdadero, bueno y bello.

…trascendiendo desde la inmanencia: En un segundo movimiento, Jesús partía de las experiencias cotidianas para elevarse al Reino de Dios. También Agustín, cuando descubre lo limitado y transitorio de su realidad natural, se eleva sobre su espíritu para ir al encuentro de Dios.

…ordenando el amor (ordo amoris): Ejercitar el discernimiento y potenciar los amores acordes a la voluntad de Dios.

…peregrinando: Progreso y crecimiento personal en el itinerario hacia Dios.

…en comunidad: Unión de creyentes, manifestación concreta de la Iglesia, que vive con un solo corazón hacia Dios. 

¿Cuándo lo haremos?

Actividades anuales.

1. Clases de religión según la programación oficial del Colegio.

2. Oración de la mañana con la lectura del evangelio del día.

3. Constitución de grupos de fe en el colegio.

4. Grupos de oración “Madres mónicas”, inspirados en la experiencia de Santa Mónica y San Agustín.

5. Servicios religiosos Capilla San Agustín:

Culto diario

08:00 h. Rezo de Laudes

19:00 h. Rosario

19:30 h. Eucaristía

20:00 h. Rezo de Vísperas

Culto domingos y festivos

08:00 h. Rezo de Laudes

12:00 h. Eucaristía

19:00 h. Rosario

19:30 h. Eucaristía

20:00 h. Rezo de Vísperas

Celebraciones especiales

27 de cada mes: Adoración al Santísimo y oración por los hijos. A las 20:00 h.

Jueves de Cuaresma y Adviento: Adoración al Santísimo. A las 20:00 h.

14 de mayo: Novena de Santa Rita. Eucaristía a las 8:00 y 19:30 h.

22 mayo: Santa Rita. Eucaristía a las 08:00, 10:00; 12:00, 17:30 y 19:30 h.

24 abril: Conversión de san Agustín. Eucaristía a las 19:30 h.

26 de abril: Ntra. Sra. Madre del Buen Consejo. Eucaristía a las 19:30 h.

27 de agosto: Santa Mónica. Eucaristía a las 19:30 h.

28 de agosto: Ntro. P. San Agustín. Eucaristía a las 19:30 h.

13 de junio: San Juan de Sahagún. Eucaristía a las 19:30 h.

Sacramentos

Sacramento de la reconciliación: Antes de las eucaristías o con cita previa.

Preparación a la primera comunión: sábados de 17:00 a 17:50 y domingos de 11:00 a 11:50 durante el periodo escolar.

Preparación a la confirmación: sábados de 17:00 a 17:50 y domingos de 11:00 a 11:50 durante el periodo escolar.

Celebración de primeras comuniones: mes de mayo.

Bodas y otras celebraciones consultar con el P. Antonio.

Actividades mensuales.

SEPTIEMBRE: CUIDA LA ACOGIDA…

– Celebraciones religiosas y presentación del nuevo lema para el curso.

– Elección de dos “adeodatos” por clase.

– Carrera solidaria con las misiones agustinas: III CorreCorazón

OCTUBRE: CUIDA LA MISIÓN…

– Inicio de las catequesis de Primera Comunión y Confirmación.

– Domund. Semana de las misiones.

NOVIEMBRE: CUIDA LA VOCACIÓN…

– Conoce los santos: San Juan de Sahagún. Patrono de la Provincia Agustina

– Semana Agustiniana

– Formación del profesorado. 

DICIEMBRE: CUIDA LA VENIDA DE JESÚS… 

– Felicitación navideña solidaria.

– Rosario Misionero de la Inmaculada 

– Adornos de Navidad y montaje del Belén.

– Celebraciones de Navidad.

ENERO: CUIDA LA JUSTICIA Y LA PAZ…

– Formación profesorado 

FEBRERO: CUIDA LA FRATERNIDAD… 

– Miércoles de ceniza, celebraciones de inicio de Cuaresma.

MARZO: CUIDA LA FORMACIÓN… 

– Santos Emeterio y Celedonio. Fiestas de invierno.

– Encuentro Hipona. Pastoral y formación Agustiniana.

– Operación Kilo-Corazón, recogida de alimentos solidarios.

– Recepción del Cristo de Medinaceli y fin del viacrucis.

ABRIL: CUIDA LA CONVERSIÓN-RENOVACIÓN: 

– Procesión del encuentro.

– Celebración del Triduo Pascual.

– Formación del profesorado.

– Fin de catequesis de primera comunión y confirmación.

MAYO: CUIDA A MARÍA… 

– Celebraciones Primera Comunión.

– Ofrenda floral a la Virgen.

– Fiestas del Colegio en honor de san Agustín. 

JUNIO: CUIDAR LA CASA COMÚN…

– Marcha Mariana.

– Graduación infantil.

– Uniformes con corazón, actividad solidaria.

– Eucaristía de acción de gracias.

Jefe del Departamento Espiritualidad

P. Pedro Moráis 

Coordinadora del Departamento Espiritualidad

Raquel Rodanés